“La experiencia
es algo que no consigues hasta justo después de necesitarla”
-Sir Laurence
Olivier-
La experiencia propia es el mejor
vía para aprender, ya que, de otra forma, no sería nuestro aprendizaje, sino el
de las personas que vivieron la experiencia. Solo a través de las vivencias, reconociendo los errores y los
fallos, podremos sacar nuestras propias conclusiones para seguir
adelante.
Aprender
es avanzar y crecer,
sin que nada ni nadie nos frene, evitando las dificultades y los obstáculos,
reflexionando acerca de los fallos y superándolos. Vivir es experimentar,
y esto forma parte de nuestra esencia humana, y de nuestro instinto.
Nadie nace aprendido
Podríamos decir que la vida es un camino de aprendizaje, y que por tanto, la única manera de
superarlo es viviendo. Nunca aprenderemos a través de la
experiencia de otros, a pesar de su consejo, su insistencia y su guía
educativa.
El ser humano es mamífero que
nace más desprovisto de estrategias de autonomía e independencia. Es cierto,
que al nacer dependemos de los adultos para sobrevivir, aunque también es
cierto que de forma instintiva e
impulsiva buscamos tener nuestras propias experiencias para aprender, y
por tanto, para crecer.
Aprendizaje significativo y aprendizaje por
descubrimiento.
El aprendizaje por descubrimiento es
aquel que se desarrolla al descubrir el mundo por uno mismo y siempre
basado en la propia experiencia.
Por otro lado, el aprendizaje significativo es aquel que se adquiere en base a los
conocimientos ya adquiridos, ya que lo nuevo cobra sentido y
significado al relacionarse con los conocimientos que ya disponemos.
El ser humano es mamífero que
nace más desprovisto de estrategias de autonomía e independencia. Es cierto,
que al nacer dependemos de los adultos para sobrevivir, aunque también es
cierto que de forma instintiva e
impulsiva buscamos tener nuestras propias experiencias para aprender, y
por tanto, para crecer.
© Yngrid
Marzo 21 de 2016
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