julio 18, 2021

La felicidad no está afuera, sino dentro de nosotros

 
Imagen tomada de Google


Uno de los más profundos anhelos del ser humano es ser feliz, buscamos afanosamente la felicidad, pero muchos no la encuentran.

Nos convencemos de que la vida será mejor después de cumplir 18 años, después de casarnos, después de conseguir un mejor empleo, después de tener un hijo, después de tener otro.
Entonces nos sentimos frustrados porque nuestros hijos no son lo suficientemente grandes, y pensamos que nos sentiremos felices cuando lo sean. Después nos lamentamos porque son adolescentes difíciles de tratar, ciertamente nos sentiremos más felices cuando salgan de esa etapa.
Nos preguntamos que nuestra vida será completa cuándo?.  La verdad es que no hay mejor momento que este para ser felices. 
Si no es ahora Cuándo?. Debemos reconocer que en la vida siempre habrá algo que comenzar, siempre habrá un obstáculo en el camino, algo que resolver primero, algún asunto que terminar, una deuda que pagar, finalmente debemos darnos cuenta que estos obstáculos son la vida misma.
Esta perspectiva nos ha ayudado a ver que no hay camino a la felicidad, la felicidad es el camino.

Debemos atesorar cada momento, mucho más cuando lo compartimos con alguien especial, recordar que el tiempo no espera a nadie.

No espere hasta terminar la escuela, hasta volver a la escuela, hasta bajar 10 libras, hasta tener hijos, hasta que los hijos vayan a la escuela, hasta que se case, hasta que se divorcie, hasta el viernes por la noche, hasta el domingo por la mañana, para aprender que no hay mejor momento que este para ser feliz, la felicidad es un trayecto, no un destino. Nuestro esposo(a) le vaya mejor, cuando tengamos un mejor carro o una mejor casa, cuando podamos ir de vacaciones, cuando estemos retirados.

Hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, tenemos en nuestro ser interior la vida de Dios, por lo tanto deberíamos ser felices en todo momento, sin importar las circunstancias, pero por cuanto somos seres imperfectos y como vivimos en un mundo físico nos dejamos llevar por las cosas que el mundo nos ofrece, el mundo nos dice que para ser feliz es necesario tener mucho dinero, el mundo nos dice que para ser feliz tengo que ser un gran profesional, o para ser feliz tener que tener fama, etc..y lamentablemente nos dejamos llevar por estos mensajes subliminales que vemos y escuchamos inclusive a través de los medios de comunicación.

Tal felicidad que se disfruta en determinado momento es un estado de ánimo condicionado directamente por las circunstancias. Si éstas cambian … se esfumó  y desvaneció la dicha y la sensación de bienestar que sabe Dios cuánto esfuerzo tomó alcanzar. O sea, que tal dicha o felicidad preconcebida en la cabeza de muchos, es un espejismo y un anhelo inalcanzable que el mundo con todo su esplendor o persona alguna no podrán ofrecer jamás.

Qué hacer? Pedir a Dios que nos dé el don de la fe creer en nuestro Señor Jesucristo, actuar por fe y no por vista, tener fe es tener la certeza de lo que no se ve, pero además tener fe es actuar, si no tengo un empleo y creo que cuando tenga un empleo seré feliz, pues bien adopto una nueva actitud y digo: estoy desempleado provisionalmente pero estoy feliz porque confío en mi Señor que me va a bendecir con un empleo mucho mejor que el que tuve anteriormente, pienso positivamente y declaro cosas positivas, pero a la vez la fe es acción, es decir me pongo a buscar un empleo, y lo busco con fe y con la certeza que mi buen Dios me lo dará, esa es la actitud de un verdadero hijo de Dios.

Hay 3 factores básicos, fundamentales e indispensables para que la felicidad añorada por todos sea alcanzada:

1.- Estar en paz con Dios
2.- Estar en paz consigo mismo
3.- Estar en paz con el prójimo

El primer factor es el fundamento. "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón,  y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo."  Lucas 10:27. 

Todo aquel que se siente feliz, se complace en compartir su felicidad con los demás, sin hacer acepción de personas.
Si no eres feliz es imposible que puedas compartir con los demás aquello de lo que careces, pues nadie puede dar lo que no tiene. Hoy es el día en que puedes llenar tu interior de ese bienestar permanente, no importando cual sea la situación que te rodee. 


© Yngrid U.
Caracas, Julio 18 de 2021