marzo 12, 2016

He hecho las paces conmigo...



Por mucho tiempo me sentí infeliz.  Me miraba al espejo y no me gustaba el reflejo que veía, me sentía inconforme, vacía y  enojada por haberme resignado a vivir así. No era un buen tiempo y no sabía cómo salir, no sabía que quería, ni a donde quería ir.

Un día de pronto entendí que nunca podría ser feliz, si seguía aferrándome a la idea de cumplir con las expectativas que otras personas tenían sobre mi, desviviéndome por no ser juzgada, por ser aceptada, por cumplir lo que todos esperaban de mí, incluso cuando esto no me gustara, incluso cuando esto no me hacia feliz.  Me conforme con amistades falsas, con amores a medias y perdone ofensas que en el fondo fuertemente me dañaban.

Y ese mismo día me prometí que nunca más volvería a vivir así, aferrándome a  los dolores de  pasado, a eso que tanto me hacía sufrir; decidí dejar de auto criticarme, de juzgarme, decidí que era momento de aceptarme tal cual soy, así imperfecta, distraída,  con miedos que tantas veces me dominan, decidí que es momento de quererme, de amarme, de atreverme a ser feliz; pero feliz por mí, sin presiones, ni imposiciones, dispuesta a dar lo mejor de mí con el fin único de superarme, con el fin único de enamorarme de mi.

Entendí que para poder avanzar, es necesario perdonar, cerrar ciclos que nos anclan, que nos impiden prosperar. Decidí hacer una limpieza de emociones, alejarme de personas toxicas que me hacían mal, decidí comenzar de cero, convertirme en una mujer nueva, de esas que no tienen miedo, que se aferran con fuerza a sus sueños, a sus ideas, y al fin pude liberarme del que dirán

Y es que debemos entender que el peor de los verdugos, somos casi siempre nosotros mismos, pues nos convertimos en  los más crueles críticos; nos negamos a aceptar nuestros talentos, nuestras múltiples capacidades.



Así que decidí reiniciar mi mente.
Me mentalice para entender que soy talentosa, que hay muchas cosas que se me dan bien…

Comenzar de nuevo fue una gran decisión y borrar los errores del pasado una gran elección. Por fin puedo mirarme al espejo y aceptarme tal cual soy, ya no tengo miedo de decir lo que pienso, por fin me  he atrevido a pedirme perdón…

Ya no soy la misma, ahora soy una versión mejor,  soy esa que tiene ganas de comerse al mundo, la que elige ser feliz, la que sonríe por tener la conciencia limpia y por ser libre de corazón.

No ha sido fácil, pero por fin estoy en paz conmigo misma, por fin he aprendido a ser  feliz con lo que tengo y con lo que soy.



© Yngrid
Caracas, Marzo 12 de 2016

No hay comentarios: