Aprendí, crecí y cambié

Hace tantos días que no estamos juntos, que ya perdí la cuenta. Me parecen muchos, pero también pocos, pues el tiempo ha pasado lentamente sin ti.
No he olvidado nada, ni las promesas, ni las mentiras, muchos menos las traiciones. Sabes… después de todo, no sé si sea bueno o malo, pero no te guardo rencor, no hay odio en mi corazón, aunque sí, mucha tristeza.
Te extraño. Lo admito, lo hago a diario. Desde que no estás no hay día en que no piense en ti. ¿Qué estarás haciendo o dónde estarás?
Es difícil, porque debo aceptar que mis sentimientos hacia a ti, después de tu traición, cambiaron y mucho; pero el vacío que siento es inmenso, te extraño tanto pero no te quiero de vuelta, aunque a veces quisiera saber de ti.
Tal vez no te ame, pero el cariño que sentía (y siento) siempre estará, fuiste la persona más importante en su momento; y por ti hice tantas locuras, dejé tantas cosas, cosas que jamás creí hacer. Por ti me volví una peor y mejor persona, pues sacaste lo peor de mí y lo mejor también.
Aprendí mucho junto a ti y después de ti, y sé que todo eso me hizo entender tanto y aprender, madurar y comprender muchas cosas. Mucho de lo que soy ahora te lo debo a ti, pero no te sientas mal, simplemente lo digo porque tal vez si no me hubieras traicionado mi vida seguiría igual, y puede que me ponga triste pero mi vida ahora es mejor…
¿Sabes? Aún existen muchos lugares que me recuerdan a ti.
Lugares que frecuentábamos juntos, olores, canciones, calles de la ciudad, hay muchas cosas que quisiera revivir a tu lado sólo por el placer de saber que en algún momento me hicieron feliz.
Es difícil ser fuerte y es más difícil no llamarte para decir que te extraño… 

Sé que leerás esto y sé que sabrás que es para ti y que bueno, al menos sabes lo que sentí y lo que he sentido desde que no estás. No te preocupes, no te quiero de vuelta, no volvería a cometer el mismo error, ya no.
Aprendí, crecí y cambié. Y tal vez extrañarte siga siendo parte del proceso.

© Yngrid

Caracas, Junio 30, 2015