febrero 08, 2022

Dialogo interno: eres tu propia plantita, por eso hablate bonito

Imagen tomada de Google


Te has puesto a pensar en cómo te hablas?   Lo haces de manera positiva; motivándote, apoyándote, queriéndote, comprendiéndote, etc?   O lo haces de manera negativa; desmotivándote, menospreciándote, insultándote, culpabilizándote, etc? 

A esto se le llama “diálogo interno” y es la conversación que todos tenemos con nosotros mismos, es la forma como nos hablamos dentro de nuestra cabeza, aunque en ocasiones también lo hacemos verbalmente.

La forma como nos hablamos influye en las creencias que tenemos acerca de nosotros mismos, del mundo que nos rodea, así como en nuestros estados emocionales o estados de ánimo. Y todo ello condiciona nuestro bienestar y felicidad.

Hablarnos constantemente de forma negativa afecta a nuestra auto imagen, nuestra autoestima, a nuestras emociones, a nuestras relaciones y a la capacidad de obtener los resultados deseados en nuestra vida.

Y por el contrario, hablarnos de forma positiva, transfiriéndonos confianza, amor, comprensión, aceptación, motivación, valoración y respeto es fundamental para una buena autoestima. Para tener una buena relación con nosotros mismos y para poder conseguir resultados más positivos en nuestra vida.

Como siempre, la invitación es a que evalúes tus pensamientos, tus diálogos internos y a identificar las expresiones negativas que haces sobre ti mismo/a o la realidad. Cuando aparezcan debes cuestionar si son verdad o son una simple exageración. Después intenta reformular dichos pensamientos y expresarlos de una forma más realista, positiva y constructiva.

Recuerda hablarte a ti mismo como harías con alguien a quien amas: con amor...




© Yngrid U.
Caracas, Abril 18 de 2021

octubre 31, 2021

Me abandonó, y ahora que hago?: Agradéceselo!!!!

Cuando tenemos una fuerte conexión con alguien y de repente esa persona desaparece de nuestra vida de manera abrupta, duele mucho, genera impotencia y nos hace sentir confusión por no recibir una explicación o el cierre que nosotros sí le hubiéramos dado a esa persona.

Es común caer en el error de  pensar que nosotros somos el problema. Nuestra autoestima se ve amenazada y aniquilada. Hacemos mil suposiciones, nos culpamos, revivimos escenarios imaginarios o pensamos que si hubiéramos hecho “esto” o “aquello” diferente, no se hubiera ido.

No le exijamos respuestas, no continuemos enviándole mensajes de texto con la esperanza de que cambie de opinión sobre nosotros. Ya ha dejado claro lo que siente, su silencio significa que no está interesado en nosotros. Significa que no te está tratando como una prioridad. Es hora de que cierres ese ciclo.



Imagen tomada de Google


No persigamos a alguien que se fue sin despedirse. Esos actos hablan más de esa persona que de nosotros. Alguien que actúa de esa manera es alguien que no está preparado para una relación estable, sana y sana. Quizás ya estaba saliendo con alguien más. Quizás se sintió intimidado por nosotros. Sea cual sea el motivo, déjalo ir.

Incluso si regresa un día en el futuro, cargado de disculpas, vuelve a nosotros, volvamos a nuestro centro antes de recibirlo con brazos abiertos. Recordemos la facilidad con la que se alejó. Recordemos cómo no pudo valorarnos a pesar de que nosotros le tratamos con todo nuestro amor.

No siempre recibimos lo que damos, pero damos lo que somos y eso es lo importante. No dejemos que el comportamiento del otro nos convierta en alguien que no somos. Si somos amor, damos amor. Y no cambiemos nuestra esencia porque alguien no supo ver nuestro valor.

Tal vez sintamos que invertimos mucho tiempo en algo que no dio frutos. Pausa. Respiremos. Elevamos nuestra perspectiva. 

A veces la vida nos envía personas que rompen nuestro corazón en mil pedazos para que saquemos toda nuestra fuerza interna y nos conozcamos.

Hay personas que llegan a nuestra vida para mostrarnos cómo nunca más queremos ser tratados, y desde ahí reconstruirnos y reescribir nuestra historia...



© Yngrid U.
Caracas, Octubre 31 de 2021

septiembre 05, 2021

4 Tips para manejar las emociones dolorosas difíciles de dejar ir

Todos lidiamos con pensamientos y sentimientos negativos. Lamentablemente, estas emociones dolorosas parecen surgir siempre en los momentos más inoportunos. El problema real es que estas luchas emocionales no resueltas pueden distraerte de las ¿Cómo calmas el caos en tu mente y consigues que la charla interna se detenga? cosas buenas de tu vida.

Si le das mucha credulidad a estos pensamientos, pronto notarás que tu forma de pensar es más negativa que positiva. Romper el hábito de una mentalidad pesimista no es fácil y requiere volver a entrenar a su cerebro para dejar ir las cosas. ¿Cuándo fue la última vez que te sentiste estresado?

Una persona promedio siente estrés con bastante frecuencia y puede llegar a niveles explosivos antes de que se de cuenta. En consecuencia, cuando estás bajo presión, tu mente tiende a cavilar sobre todos los problemas de tu pasado que siguen resurgiendo.


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Sería útil que aprendieras a lidiar con estas emociones que te paralizan. Si quieres vivir una vida feliz y saludable, debes dejar atrás el pasado y las emociones tormentosas.

No importa si alguien te ha lastimado o abusado de ti; cualquier herida puede hacer que reflexiones sobre todos los males de tu vida. Afortunadamente, hay cuatro formas que puedes utilizar para superar estos problemas y seguir adelante.

1. Aprende a estar presente en el momento

Una de las herramientas más poderosas que aprenderás es cómo estar en el momento. Es fácil para tu mente divagar hacia el pasado cuando las cosas se vuelven locas. Tu mente necesita justificación para lo que sientes, por lo que le gusta tener una fiesta de lástima y sacar a relucir todas tus emociones dolorosas del pasado.

Otro problema que ocurre comúnmente es que la gente se preocupa por cosas que aún no han sucedido. ¿Cuántas veces te sientes y te preocupas por algo que puede ocurrir o no en el futuro? Si tienes un trastorno de ansiedad, eres más propenso a preocuparte que otra persona.

Expertos descubrieron que más del 85 por ciento de las cosas que te preocupan nunca sucederán. Piensa en todo ese tiempo que pierdes porque no estás presente en el momento.

Tanto tu futuro como tu pasado te están robando un tiempo valioso en el presente. La forma de contrarrestar este problema es centrarse en el aquí y ahora y no dar protagonismo al ayer o al mañana. Ahora, esto no significa que no debas planificar, pero significa que no permites que lo que aún no ha sucedido atormente tu mente.

Parece un proceso simple, pero no es tan fácil como parece. Sin embargo, hay algunos trucos que pueden ayudarte a vivir el momento. Encuentra una imagen que te traiga paz. Quizás tu lugar de refugio sea una playa rodeada de gaviotas y olas rompiendo por todos lados.

Cuando sostienes esta imagen, deja que tu mente se suelte. Si este truco no funciona, intente contar. Cuando la ansiedad de las emociones dolorosas comienza a acelerarse, es necesario que la apagues. Empieza contando desde 100 hasta uno. Incluso puedes calcular de cinco en cinco si eso hace que las cosas sean más interesantes.

La clave es concentrarse en contar; entonces, tu mente no tiene tiempo para rumiar sobre todas esas cosas dolorosas. Esta estrategia te ayuda a despejar tu mente para que puedas reconectarte con el mundo que te rodea.

2. Vuelve a centrar tu mente y encuentra tranquilidad

Si permites que tus pensamientos ocupen un lugar central, te desconectarás del mundo que te rodea. ¿Cómo puedes concentrarte en tu trabajo o en tu hijo que está dando pequeños pasos si tu mente está a un millón de millas de distancia? Peor aún, si sientes culpa o vergüenza asociada con estas emociones, puede ponerte de un humor horrible.

Cuanto más poder le dé a estas emociones dañinas y dolorosas, más fuertes se volverán. Sería útil si apagaras estos sentimientos reconectándote con el mundo que te rodea. Una forma en que puedes volver a conectarte es siendo voluntario. Es un desafío tener una fiesta de lástima por ti mismo cuando ves que alguien más tiene cosas mucho peores que tú.

Otra cosa que quizás quieras hacer es poner los pies en el suelo para conectarte a tierra y prestar atención a lo que te rodea. Concéntrate en el aquí y ahora y observe el color de la habitación, el olor que flota en el aire y las conversaciones que tienen lugar a tu alrededor. La terapia conductual dialectal te enseña a salir de la ansiedad centrándote en la atmósfera.

Dado que tu cerebro no puede concentrarse en dos cosas a la vez, es mucho más agradable concentrarse en tu espacio que en estos desafíos emocionales. Por último, para volver a conectar con lo que te rodea, debes salir al sol. Incluso si está lloviendo, ¿quién dice que hay algo de malo en bailar bajo la lluvia?

La madre naturaleza tiene tantas propiedades terapéuticas que muchos no utilizan. ¿Te encanta el olor de la lluvia primaveral que envía el néctar de las dulces flores a través del aire? ¿Has notado que hay pájaros construyendo nidos mientras se preparan para una nueva vida?

Hay tanta belleza y tranquilidad a tu alrededor, pero si estás atrapado en la charla dentro de tu mente por tu dolor, entonces pasará de largo.

3. Deja de ser tan consciente en ti mismo

Cuando permites que estas emociones dolorosas se cuelen, se promueve la auto-negatividad. ¿Eres una persona cohibida por naturaleza? ¿Tienes un diálogo que pasa por tu mente que mantiene baja tu estima?

Las emociones negativas e hirientes a menudo vienen acompañadas de pensamientos dañinos. Todos estos pensamientos juegan como una película en tu mente que sigue dando vueltas y vueltas. Lamentablemente, estos pensamientos distraen mucho y le impiden lograr lo que necesita hacer.

¿Alguna vez has intentado hablar con alguien cuya mente estaba a un millón de millas de distancia? Es como sacarse los dientes para obtener una respuesta de ellos. Se vuelve imposible hablar contigo y es un desafío para ti concentrarte cuando prestas atención a este carrete de negatividad que está corriendo por tu mente.

Para aumentar tu estima, debes realizar actividades que te hagan sentir más seguro. ¿Puedes hornear o cocinar bien? ¿Por qué no preparar un lote de galletas para llevar a la oficina? Cuando las personas prueben la bondad que proviene de tus manos, sus cumplidos te darán un impulso.

Se siente bien ser felicitado. Ahora, una vez que tengas esa sensación fresca en tu mente, necesitas recordar lo bien que se siente cuando dejas a un lado toda la negatividad y te permites brillar.

4. No huyas de estos pensamientos: procésalos

¿Alguna vez has conocido a alguien que no pueda solucionar un problema? 
Tomemos, por ejemplo, una mujer llamada Magda. Estaba comprometida para casarse con el amor de su vida, Roberto.

Magda y Roberto tenían una excelente relación y él la completó. Ella estaba ansiosa por pasar una eternidad con él. Un día estaban nadando en la cantera local y Magda se sumergió en una sección que no era tan profunda como pensaba.

Se rompió el estómago y tuvo otras lesiones internas. Magda falleció ese día y Roberto nunca volvió a ser el mismo. Aunque volvió a encontrar el amor y se casó, no pasó un día en el que no pensara en Magda.

El dolor que sentía en su corazón era demasiado para soportarlo, e incluso con dos hijos, tres nietos y un negocio que atender, su mente repetía a menudo los eventos de ese día. Lamentablemente, Roberto nunca aceptó la importante pérdida que sufrió en su vida y desarrolló un trastorno bipolar.

Si hubiera procesado los sentimientos de manera adecuada y se hubiera ocupado de su dolor, su resultado podría haber sido bastante diferente. El hecho es que tus emociones negativas y hirientes te perseguirán si te lo permites. Lo que Roberto tenía que hacer era dejar de cavilar sobre los acontecimientos que sucedieron.

Sintió remordimiento porque la tragedia lo dejó incapaz de lidiar con la situación de manera efectiva, por lo que escondió las emociones en el fondo y nunca habló de ello. ¡Cuánto mejor se habría sentido si dejara salir esas emociones y hablara de ellas! Embotellar cosas adentro puede ser peligroso, ya que tu mente solo puede manejar tanto estrés y dolor antes de apagarse.

No debes huir de tus problemas y debes aprender formas efectivas de lidiar con ellos. Habla abiertamente, llora a todo pulmón, enfócate con la situación, pero la buena noticia es que finalmente aceptarás las cosas. Está bien lastimarse y está bien llorar, pero no puedes dejar que esto continúe para siempre.


© Yngrid U.
Caracas, Septiembre 5 de 2021


agosto 22, 2021

El tipo de hombre que no merece quedarse en tu vida ni tener tu amor


Imagen tomada de Google


Así como hay quien daría todo con tal de verte feliz, también hay a quien no le van a importar tus ilusiones y solo pensará en él, este es el tipo de hombre que no merece quedarse en tu vida ni tener tu amor, si tu pareja o tu crush tiene estas características o uno de estos comportamientos, es mejor que vayas pensando si de verdad es él a quien quieres tener contigo.

Tan solo date cuenta de lo que eres y lo mucho que mereces, por eso es que no puedes conformarte con alguien que te quiera a medias o que ni siquiera se esfuerce por demostrarte su cariño, así que trata de evitar darle espacio en tu vida a quien solo está engañando tus sentimientos, deja el espacio libre hasta que llegue aquel que te demuestre que merece ese lugar.

1. El hombre que te dice que te ama solo a ti, pero coquetea con alguien más: 
No falta aquel que te diga que te ama, que eres la única para quien tiene ojos, pero hasta en tu cara le coquetea a otras mujeres, las voltea a ver, les sonríe, le escribe a otra chica, le dice a alguien más lo guapa que está y cuando le reclamas te dice que es solo un juego, que tú sabes que eres la oficial.

2. El hombre que te cela sin motivos: 
Dicen que entre más grande el amor, más grandes son los celos, pero cuando estos se vuelven enfermizos, todo se desmorona, no te puedes quedar al lado de alguien que desconfía de ti, que piensa que lo engañas cuando tú no le das ni un solo motivo para que así lo crea, quien te pide alejarte de tus amigos y hasta de tu familia solo por celoso.

3. El hombre que se cree tu dueño y quiere que hagas lo que te pide: 
No te ve como una pareja y menos como compañera de vida, sino que te ve como un objeto de su propiedad a quien puede mandar y hacer como él ordene, quiere que le obedezcas en todo, lo que él dice es lo que se hace y tu opinión no la toma en cuenta, cree que tiene el poder sobre ti.

4. El hombre que no hace nada por cambiar aquello que sabe que te molesta: 
Ya le dijiste muchas veces que aquella acción te molesta o te hace sentir incómoda, pero no hace nada por cambiar, no intenta ser una mejor persona para ti, te dice que cambiará, pero lo hace solo para que lo olvides porque después sigue siendo el mismo, no hace un esfuerzo por mejorar como ser humano.

5. El hombre que no te demuestra amor al mismo nivel que tú: 
Te la pasas diciéndole que lo amas, que es muy importante para ti, no solo con palabras le demuestra tu cariño, sino con acciones, pero él ni de una forma ni de otra, no es nada cariñoso contigo, da por sentado que tú ya sabes que te quiere por lo que piensa que no necesita decírtelo, se olvida de las fechas importantes como su aniversario y hasta tu cumpleaños, no es nada amoroso.




© Yngrid U.
Caracas, Agosto 22 de 2021





julio 18, 2021

La felicidad no está afuera, sino dentro de nosotros

 
Imagen tomada de Google


Uno de los más profundos anhelos del ser humano es ser feliz, buscamos afanosamente la felicidad, pero muchos no la encuentran.

Nos convencemos de que la vida será mejor después de cumplir 18 años, después de casarnos, después de conseguir un mejor empleo, después de tener un hijo, después de tener otro.
Entonces nos sentimos frustrados porque nuestros hijos no son lo suficientemente grandes, y pensamos que nos sentiremos felices cuando lo sean. Después nos lamentamos porque son adolescentes difíciles de tratar, ciertamente nos sentiremos más felices cuando salgan de esa etapa.
Nos preguntamos que nuestra vida será completa cuándo?.  La verdad es que no hay mejor momento que este para ser felices. 
Si no es ahora Cuándo?. Debemos reconocer que en la vida siempre habrá algo que comenzar, siempre habrá un obstáculo en el camino, algo que resolver primero, algún asunto que terminar, una deuda que pagar, finalmente debemos darnos cuenta que estos obstáculos son la vida misma.
Esta perspectiva nos ha ayudado a ver que no hay camino a la felicidad, la felicidad es el camino.

Debemos atesorar cada momento, mucho más cuando lo compartimos con alguien especial, recordar que el tiempo no espera a nadie.

No espere hasta terminar la escuela, hasta volver a la escuela, hasta bajar 10 libras, hasta tener hijos, hasta que los hijos vayan a la escuela, hasta que se case, hasta que se divorcie, hasta el viernes por la noche, hasta el domingo por la mañana, para aprender que no hay mejor momento que este para ser feliz, la felicidad es un trayecto, no un destino. Nuestro esposo(a) le vaya mejor, cuando tengamos un mejor carro o una mejor casa, cuando podamos ir de vacaciones, cuando estemos retirados.

Hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, tenemos en nuestro ser interior la vida de Dios, por lo tanto deberíamos ser felices en todo momento, sin importar las circunstancias, pero por cuanto somos seres imperfectos y como vivimos en un mundo físico nos dejamos llevar por las cosas que el mundo nos ofrece, el mundo nos dice que para ser feliz es necesario tener mucho dinero, el mundo nos dice que para ser feliz tengo que ser un gran profesional, o para ser feliz tener que tener fama, etc..y lamentablemente nos dejamos llevar por estos mensajes subliminales que vemos y escuchamos inclusive a través de los medios de comunicación.

Tal felicidad que se disfruta en determinado momento es un estado de ánimo condicionado directamente por las circunstancias. Si éstas cambian … se esfumó  y desvaneció la dicha y la sensación de bienestar que sabe Dios cuánto esfuerzo tomó alcanzar. O sea, que tal dicha o felicidad preconcebida en la cabeza de muchos, es un espejismo y un anhelo inalcanzable que el mundo con todo su esplendor o persona alguna no podrán ofrecer jamás.

Qué hacer? Pedir a Dios que nos dé el don de la fe creer en nuestro Señor Jesucristo, actuar por fe y no por vista, tener fe es tener la certeza de lo que no se ve, pero además tener fe es actuar, si no tengo un empleo y creo que cuando tenga un empleo seré feliz, pues bien adopto una nueva actitud y digo: estoy desempleado provisionalmente pero estoy feliz porque confío en mi Señor que me va a bendecir con un empleo mucho mejor que el que tuve anteriormente, pienso positivamente y declaro cosas positivas, pero a la vez la fe es acción, es decir me pongo a buscar un empleo, y lo busco con fe y con la certeza que mi buen Dios me lo dará, esa es la actitud de un verdadero hijo de Dios.

Hay 3 factores básicos, fundamentales e indispensables para que la felicidad añorada por todos sea alcanzada:

1.- Estar en paz con Dios
2.- Estar en paz consigo mismo
3.- Estar en paz con el prójimo

El primer factor es el fundamento. "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón,  y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo."  Lucas 10:27. 

Todo aquel que se siente feliz, se complace en compartir su felicidad con los demás, sin hacer acepción de personas.
Si no eres feliz es imposible que puedas compartir con los demás aquello de lo que careces, pues nadie puede dar lo que no tiene. Hoy es el día en que puedes llenar tu interior de ese bienestar permanente, no importando cual sea la situación que te rodee. 


© Yngrid U.
Caracas, Julio 18 de 2021




junio 25, 2021

Autoestima y relaciones de pareja

 

Foto: Y. Urdaneta



Como mentora motivacional, he conversado y tratado con personas acuden a mí, porque tienen problemas con su pareja. No son felices y no saben qué hacer.

Creen que la pareja no los quiere, viven enganchados y sufren. Desesperan cuando creen que el amor o la aprobación debe llegar de fuera, a través de su pareja, y no llega exactamente como ellos desearían. Viven con frustración, ansiedad, posesividad, celos, y una larga lista de etc…

La relación se vuelve tóxica cuando esperas que el amor venga sólo de tu pareja. Tu pareja te puede mostrar más o menos afecto, cariño y escucha, pero lo que no puedes esperar es que tu pareja llene tu corazón. El corazón no puede llenarlo nadie más que tú. Debes aprender a reconocer que hay amor dentro de ti.


Qué es realmente la autoestima?

La autoestima sucede cuando te das cuenta de que el amor está dentro de ti, o, mejor dicho, es tu esencia.

Cuando descubres que eres amor, entonces das amor a todos los seres (y no sólo a tu pareja), pues el amor es el perfume que desprende tu alma, quién eres en realidad. El amor no es algo que tengas que hacer, es tu identidad. Y cuando aprendes a vivir desde tu identidad más profunda, entonces das sin esperar nada a cambio y puedes tener una relación sana.

He dicho una “relación sana” y no “feliz”. Esto significa que tu relación estará basada en la aceptación del otro sin quererle cambiar. La felicidad no la buscarás en la relación, sino que la encontrarás dentro de ti, y la relación lo que hará es amplificar eso que has encontrado dentro.

La autoestima es reconocer o darse cuenta de que ya eres un ser completo y no te falta nada pues cuando te vives desde el amor, nada te falta. La autoestima va más allá de lo que piensas o puedas pensar de ti. No es tu autoimagen.

La autoestima es lo que eres antes incluso de que pienses algo sobre ti. Es el sustrato último de tu realidad y coincide con el sustrato de todo lo creado. Es la consciencia que está en ti y en todos. Ser consciente de ser uno con el amor, que es la esencia de todo, es vivir con autoestima.


Por qué buscamos el amor fuera de nosotros?

Hemos creído ser algo que no somos. Nos hemos identificado con lo que nuestra mente nos dice que somos. Hemos creído que somos un “yo” que tiene un cuerpo y unos pensamientos. Pero sin darnos cuenta que ese “yo” en realidad es un pensamiento que puede ser observado.

Y en verdad, no somos nada de lo que podemos observar o pensar. Somos el espacio donde aparecen y desaparecen nuestros pensamientos. Pero nos hemos confundido, debido a una falta de claridad o consciencia, y hemos creído ser uno de esos pensamientos que observamos: un pensamiento que ha cultivado una historia alrededor y que se cree el protagonista de nuestras vidas.

A ese pensamiento le llamamos ego o “yo”. Ese “yo” personaje por definición está carente de amor y vive desde el miedo, pues para existir necesita del “tú” u “otro” que le es desconocido.

El ego vive creyendo que está separado de toda la realidad. El “yo” basa su existencia en la dualidad donde hay muchos “otros”. El “yo” no puede existir sin sentirse aislado o separado, y por eso, busca desesperadamente completarse. Y la forma más directa de completarse es buscando el amor a través de una “pareja”.

Lo que no sabe el “yo” es que por más parejas que tenga, el “yo” nunca se sentirá completo. El “yo” por definición es la ilusión de separación de la realidad, de lo que realmente eres amor. En otras palabras, por más parejas que tengas, tu “yo” siempre sentirá que le falta algo y nunca estará satisfecho.


Cómo resolver un problema que hasta ahora achacabas a tu pareja?

No se puede resolver un problema desde el mismo nivel donde fue creado, el “yo”. La solución no está en conseguir que cambie tu pareja. Tampoco está en cambiar tu “yo” por otro “yo”. El problema es la ignorancia y la solución está en abrir los ojos a tu verdadero rostro. El problema es que te has creído ser un personaje que se percibe separado de su pareja y vive ahogado en un mar de miedo y emociones.

El ego es como una ola que se cree separada de las otras olas. Pero en verdad, tú no eres la ola, eres el océano entero manifestado a través de todas las olas. No eres el ego, eres la misma consciencia que habita dentro ti y de tu pareja y de todo. En el fondo tú eres la pareja que estás buscando, y tu pareja es otra versión de ti. La pareja es un espejo donde puedes verte reflejado.

Intentar cambiar a la pareja es como intentar cambiar lo que ves en un espejo. La pareja sólo cambia cuando aprendes a mirar con otros ojos. Cuando dejas de buscar el amor en la pareja y lo encuentras dentro de ti, tu pareja te refleja ese amor que has encontrado. El problema de pareja se resuelve por lo tanto cuando reconoces el amor que siempre ha habitado dentro de ti.

A continuación, voy a dar 5 pasos para abrirte al verdadero y único amor de tu vida: TU

1. Enfoca tu pensamiento en tu centro más elevado

Para empezar a reconocer tu esencia, tu verdadera identidad, más allá del “yo”, es importante que tengas fe en ti, es decir en tu verdadero Ser o esencia. La fe en el ti es lo que hará que vayas, poco a poco, transformándote como una larva se transforma en una mariposa. Centra por lo tanto tu pensamiento en lo más elevado que puedas concebir dentro de ti: el amor eterno, la sabiduría eterna, la verdad eterna. Ésas son las 3 cualidades esenciales de tu verdadero Ser.

Como dijo Omraam Mikhaël Aïvanhov, si se imagina un fruto y se ve cómo interpretar piel, pulpa y hueso; piel, que envuelve y protege al fruto corresponde al plano físico; pulpa, en donde circulan las corrientes de vida, corresponde al mundo psíquico; y hueso, que asegura la reproducción del fruto, corresponde al mundo espiritual.

Si se transponen a la vida espiritual, la piel del fruto es la sabiduría que protege, retiene y preserva; la pulpa es el amor que se come y mantiene la vida y, en cuanto al hueso que plantamos, representa la verdad porque solo lo que es verdadero perpetúa la vida.

Recuerda que, en el fondo eres el océano (el amor) expresándose en forma de ola (humano). El amor eres tú sin identificarte con tu ego. Tu ego es lo único que te separa de tu esencia. No debes cambiar nada, simplemente debes aprender a verte con otros ojos. Y para ver, primero necesitas creer o tener fe. Ponlo en práctica y verás. Cultiva la fe en ti como un ser de amor, sabiduría y verdad que no cambia, o dicho de forma simplificada, un ser de puro “amor”.


2. Cuida tu templo (tu cuerpo)

Para poder reconocer tu ser perfecto y completo te ayudará tener el cuerpo saludable y vital. Es difícil conectar con el amor si tu cuerpo está sufriendo. El cuerpo es el templo que creaste para poder vivir en esta dimensión terrenal. Es el traje espacial de tu alma. Si tu cuerpo no está bien, el espíritu de amor que eres, es difícil que reconozcas quién eres más allá de tu cuerpo.


3. Calma la mente

Para poder reconocer tu esencia, debes calmar tu mente. Es lo que se llama “meditar”. Pero poca gente puede meditar pues hay mucho caos en su mente. Por eso es importante aprender a deshacer el caos antes de sentarte a meditar. Te recomiendo la meditación del caos a la calma que puedes encontrar en mi web. Dura 10 minutos y tiene dos fases: la primera (de 5 minutos), consiste en expresar todo el caos que hay dentro de ti.

Pero debes expresarlo haciendo sonidos tipo “bla bla bla” es decir, dices cosas sin sentido. Debes soltar tu locura y sin ponerle palabras, solo sonidos sin ningún significado. Y cuando termines esta fase caótica e intensa, luego vendrán 5 minutos de calma. En esta segunda fase solo debes respirar y observar lo que sientes. Esta fase es para que aprendas a familiarizarte con la calma que hay cuando no queda ruido mental o caos en la mente.


4. Prepara el contacto con tu esencia

Una vez nuestro cuerpo esté sano y vital y la mente calmada, podemos ir un paso más hacia el interior. Y usaremos la respiración como el puente para adentrarnos en nosotros mismos. Voy a compartir contigo uno de los ejercicios que recomiendo. Es un ejercicio que trae enormes beneficios para tu psiquis y sistema nervioso. Debe hacerse con el estómago vacío (mínimo 5 horas después de comer) y las instrucciones son:

Tapa el orificio izquierdo e inhala por el derecho (4 segundos)

Retén (16 segundos)

Exhala por el izquierdo (8 segundos)

Inhala por el izquierdo (4 segundos)

Sigue así hasta que hayas inhalado 6 veces por cada orificio

Si quieres llevar este ejercicio al siguiente nivel, cada vez que inhales imagina que bebes Amor o Luz y te haces pequeño como si fueras el punto de un círculo. Cada vez que retengas, imagina que esa Luz o Amor nutre todas tus células por dentro. Y cada vez que exhales, imagina que expandes esa Luz a todo el Universo entero.


5. Abre el corazón

Ya hemos empezado a tocar lo invisible en nosotros con el poder de la respiración consciente. Ahora hay que entrar dentro del corazón, que es donde realmente mora nuestra verdadera identidad o esencia. Y lo haremos con el poder del canto y la devoción. Debes cantar a tu esencia con devoción, imaginándola en el centro de tu corazón como si fuera una Luz blanca, radiante, gloriosa y cálida. Canta a esa luz con todo tu cuerpo, tu mente, tu corazón y tu alma. Que tu voz avive la llama que mora en tu interior.

Entrégate a tu centro luminoso. Ofrécele tu mejor canción. Siente lo que dices. Siente pasión, gratitud y devoción hacia ti, hacia lo más puro y sagrado que habita en tu corazón. Y si quieres decir unas palabras, a mí me gustan especialmente estas:

“Amo tu Sabiduría; tengo Fe en tu Amor; Confío en tu Poder. Me entrego a Ti para poderte servir”. Es decir, entrega tu ego al Amor que eres en esencia. Esa entrega total a lo más puro y luminoso de tu interior actúa como el agua para que florezcas en Amor.

A medida que vas alimentando esa llama que habita en la cámara secreta de tu corazón, empezarás a recordar quién eres. Y a medida que vas despertando a tu auténtica naturaleza divina (Amor), tu forma de relacionarte con el mundo y los demás se transformará. Habrá personas que no soportarán tu nueva identidad (una identidad que no teme) y se alejarán de ti pues no soportarán que seas libre y poderoso, y habrá almas que se acercarán a ti para compartir su amor.


En conclusión

Resumiendo: si quieres salir de una relación tóxica, entra en tu interior y recupera el contacto con tu pareja interna (la luz de tu interior que es puro amor). Sólo haciendo ese cambio interno puedes esperar cambios externos reales. No es cambiando de pareja cómo realmente vas a solucionar tu problema sino ampliando la percepción que tienes de ti primero.




© Yngrid U.
Caracas, Junio 25 de 2021

junio 08, 2021

A veces es mejor la paz de la soledad que tener decepciones por malas compañía

 


Aprende a amar la soledad; pero acepta siempre con gusto las interrupciones.
 El amor a la soledad es propio de todas las vidas triunfadoras.
Noel Clarasó




Prefiero la paz de la soledad, que la decepción de una mala compañía
Cuántas decisiones que no aportan nada positivo a nuestras vidas podemos tomar con tal de no enfrentarnos a la soledad?
La soledad es vista con muy malos ojos por una gran mayoría. Solo quien realmente la conoce es capaz de defenderla, de cuidarla y de preferirla, en especial cuando lo que se encuentra del otro lado es una compañía precaria.

Conociendo a la soledad:

La soledad puede llegar a nuestras vidas por decisión propia o por imposición. Evidentemente los dos escenarios distan mucho entre sí y requieren inclusive niveles de madurez diferentes.
El hecho de escoger la soledad, no significa que de entrada vamos a engranar con ella. La soledad es maravillosa, pero asusta. Asusta porque en ella descubrimos muchas cosas y la más importante es que a medida que pasa y se instala, nos descubrimos a nosotros mismos, de una forma que solo ella nos puede ofrecer.
Conocernos, encontrarnos, ver quiénes somos sin ser observados, nos permite actualizar el concepto que teníamos de nosotros mismos. Muchas veces ocurre que no nos conocemos en lo absoluto, que sabemos más lo que prefiere alguien cercano en una situación particular a lo que preferiríamos nosotros en la misma situación.
Esto corresponde a que no nos otorgamos tiempo, ni atención. Nuestras miradas se enfocan más en cualquier cosa externa que en nosotros mismos. A veces solo nos miramos, sin vernos realmente y el tener que enfrentarnos a la soledad, nos llena de incomodidad, porque en el fondo sentimos que nos someterán a convivir con un perfecto extraño…  Y eso sin duda es una sensación que puede resultar interesante, pero que muchos preferirían evitar.
Cuando llegamos a conocer de cerca a la soledad, nos damos cuenta que solo en ella nos vemos sin velos, escuchamos lo que queremos decir, sin someterlo a un juicio externo y nos acostumbramos a apreciarnos por lo que somos, sin ningún tipo de fachada, sin escudos, irreverentes y con la libertad que caracteriza nuestra esencia y que de alguna manera se somete en mayor o menor medida ante la presencia de alguien más.

Seres sociales:

Si bien somos seres sociales, acostumbrados por naturaleza a convivir y a compartir, hemos dado una importancia quizás desproporcionada a lo que significan nuestras relaciones. Está muy bien que convivamos con nuestra familia, que escojamos a alguien con la idea de compartir nuestros pasos y encontrar puntos de convergencia entre nuestros sueños y proyectos. Pero la idea de mantener vínculos, solo debe defenderse cuando esos vínculos fomentan nuestro bienestar, cuando nos hace bien la compañía.
Si le tememos a la soledad, concluiremos muchas veces que una mala compañía es preferible a ese estado indeseable. Pero si la entendemos, si la llegamos a amar como se merece, nos resultará muy complicado mantenernos en relaciones que nos restan, solo para evitar el contacto con la soledad.
Esto no quiere decir que no cuidemos o no valoremos nuestras relaciones y que, a la primera de cambio, prefiramos nuestra soledad ante cualquier situación. Quiere decir que todos somos capaces de determinar cuándo estamos cerca o lejos del bienestar que una relación puede aportar. Si la situación de malestar es sostenida junto a alguien, no hay ningún tipo de justificación para permanecer allí.
Relaciones espejo
Ciertamente nuestras relaciones son una proyección de nosotros, y antes de marcar retirada es bueno sacar de cada espejo que nos presenta la vida el provecho necesario, para no toparnos más adelante con una situación similar, pero en un rostro diferente. Sin embargo, el reconocer que una relación nos lleva de manera sostenida a menos, es motivo suficiente para tomar acciones.
En pro de mantener los vínculos entrelazados por buenos sentimientos, antes de marcharnos, debemos asegurarnos de que hemos hecho lo que está a nuestro alcance con los recursos con los que contamos, con el fin de alcanzar un rumbo común. Si se han agotado las posibilidades, es un buen momento para un encuentro con la soledad.
La soledad es el estado en el cual aprendemos a amarnos realmente, en el que nos conectamos con esa esencia que puede dispersarse en compañía. Una vez que te amas en soledad, es complicado que le des cabida a tu vida a quien te ofrezca menos bienestar del que en tu vida habita.

Nunca estoy solo. 
Tengo la costumbre de estar siempre con Salvador Dalí. 
Créame, eso es una fiesta permanente.  
Salvador Dalí

Evidentemente hay que aprender a sacarle provecho a la soledad. Hay quienes se resisten a ella de principio a fin y terminan por odiarla y odiarse a sí mismos, porque no encuentran la manera de satisfacerse por sí solos, tampoco hallan la satisfacción en nadie más, ni mucho menos la pueden ofrecer.

Nadie puede dar lo que no tiene:

No podemos ofrecer lo que no tenemos y cada una de nuestras relaciones con los demás, tienen su origen en nuestras relaciones con nosotros mismos y el poder cultivar esa relación de amor propio en soledad es una gran oportunidad. Una vez que nos amamos de forma incondicional, que nos aceptamos, que nos tratamos con paciencia y con bondad, cosas que aprendemos muy bien en soledad si nos damos el chance, atraemos a nuestras vidas más de esas cosas enriquecedoras y a personas que están alineadas con lo que nosotros alimentamos nuestro ser.
Así que aprovecha tu soledad y la paz que representa. Inclusive si estás en una relación de pareja satisfactoria o en compañía de cualquier vínculo que aporte bienestar a tu vida, no desperdicies los momentos que te puedas dedicar.  A veces invitarse un café o regalarse una tarde es la experiencia más enriquecedora que nos podamos ofrecer.
Conócete y ámate. Es la mejor manera de atraer los afectos a tu vida.



© Yngrid U.
Caracas, Junio 8 de 2021