agosto 22, 2021

El tipo de hombre que no merece quedarse en tu vida ni tener tu amor


Imagen tomada de Google


Así como hay quien daría todo con tal de verte feliz, también hay a quien no le van a importar tus ilusiones y solo pensará en él, este es el tipo de hombre que no merece quedarse en tu vida ni tener tu amor, si tu pareja o tu crush tiene estas características o uno de estos comportamientos, es mejor que vayas pensando si de verdad es él a quien quieres tener contigo.

Tan solo date cuenta de lo que eres y lo mucho que mereces, por eso es que no puedes conformarte con alguien que te quiera a medias o que ni siquiera se esfuerce por demostrarte su cariño, así que trata de evitar darle espacio en tu vida a quien solo está engañando tus sentimientos, deja el espacio libre hasta que llegue aquel que te demuestre que merece ese lugar.

1. El hombre que te dice que te ama solo a ti, pero coquetea con alguien más: 
No falta aquel que te diga que te ama, que eres la única para quien tiene ojos, pero hasta en tu cara le coquetea a otras mujeres, las voltea a ver, les sonríe, le escribe a otra chica, le dice a alguien más lo guapa que está y cuando le reclamas te dice que es solo un juego, que tú sabes que eres la oficial.

2. El hombre que te cela sin motivos: 
Dicen que entre más grande el amor, más grandes son los celos, pero cuando estos se vuelven enfermizos, todo se desmorona, no te puedes quedar al lado de alguien que desconfía de ti, que piensa que lo engañas cuando tú no le das ni un solo motivo para que así lo crea, quien te pide alejarte de tus amigos y hasta de tu familia solo por celoso.

3. El hombre que se cree tu dueño y quiere que hagas lo que te pide: 
No te ve como una pareja y menos como compañera de vida, sino que te ve como un objeto de su propiedad a quien puede mandar y hacer como él ordene, quiere que le obedezcas en todo, lo que él dice es lo que se hace y tu opinión no la toma en cuenta, cree que tiene el poder sobre ti.

4. El hombre que no hace nada por cambiar aquello que sabe que te molesta: 
Ya le dijiste muchas veces que aquella acción te molesta o te hace sentir incómoda, pero no hace nada por cambiar, no intenta ser una mejor persona para ti, te dice que cambiará, pero lo hace solo para que lo olvides porque después sigue siendo el mismo, no hace un esfuerzo por mejorar como ser humano.

5. El hombre que no te demuestra amor al mismo nivel que tú: 
Te la pasas diciéndole que lo amas, que es muy importante para ti, no solo con palabras le demuestra tu cariño, sino con acciones, pero él ni de una forma ni de otra, no es nada cariñoso contigo, da por sentado que tú ya sabes que te quiere por lo que piensa que no necesita decírtelo, se olvida de las fechas importantes como su aniversario y hasta tu cumpleaños, no es nada amoroso.




© Yngrid U.
Caracas, Agosto 22 de 2021





julio 18, 2021

La felicidad no está afuera, sino dentro de nosotros

 
Imagen tomada de Google


Uno de los más profundos anhelos del ser humano es ser feliz, buscamos afanosamente la felicidad, pero muchos no la encuentran.

Nos convencemos de que la vida será mejor después de cumplir 18 años, después de casarnos, después de conseguir un mejor empleo, después de tener un hijo, después de tener otro.
Entonces nos sentimos frustrados porque nuestros hijos no son lo suficientemente grandes, y pensamos que nos sentiremos felices cuando lo sean. Después nos lamentamos porque son adolescentes difíciles de tratar, ciertamente nos sentiremos más felices cuando salgan de esa etapa.
Nos preguntamos que nuestra vida será completa cuándo?.  La verdad es que no hay mejor momento que este para ser felices. 
Si no es ahora Cuándo?. Debemos reconocer que en la vida siempre habrá algo que comenzar, siempre habrá un obstáculo en el camino, algo que resolver primero, algún asunto que terminar, una deuda que pagar, finalmente debemos darnos cuenta que estos obstáculos son la vida misma.
Esta perspectiva nos ha ayudado a ver que no hay camino a la felicidad, la felicidad es el camino.

Debemos atesorar cada momento, mucho más cuando lo compartimos con alguien especial, recordar que el tiempo no espera a nadie.

No espere hasta terminar la escuela, hasta volver a la escuela, hasta bajar 10 libras, hasta tener hijos, hasta que los hijos vayan a la escuela, hasta que se case, hasta que se divorcie, hasta el viernes por la noche, hasta el domingo por la mañana, para aprender que no hay mejor momento que este para ser feliz, la felicidad es un trayecto, no un destino. Nuestro esposo(a) le vaya mejor, cuando tengamos un mejor carro o una mejor casa, cuando podamos ir de vacaciones, cuando estemos retirados.

Hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, tenemos en nuestro ser interior la vida de Dios, por lo tanto deberíamos ser felices en todo momento, sin importar las circunstancias, pero por cuanto somos seres imperfectos y como vivimos en un mundo físico nos dejamos llevar por las cosas que el mundo nos ofrece, el mundo nos dice que para ser feliz es necesario tener mucho dinero, el mundo nos dice que para ser feliz tengo que ser un gran profesional, o para ser feliz tener que tener fama, etc..y lamentablemente nos dejamos llevar por estos mensajes subliminales que vemos y escuchamos inclusive a través de los medios de comunicación.

Tal felicidad que se disfruta en determinado momento es un estado de ánimo condicionado directamente por las circunstancias. Si éstas cambian … se esfumó  y desvaneció la dicha y la sensación de bienestar que sabe Dios cuánto esfuerzo tomó alcanzar. O sea, que tal dicha o felicidad preconcebida en la cabeza de muchos, es un espejismo y un anhelo inalcanzable que el mundo con todo su esplendor o persona alguna no podrán ofrecer jamás.

Qué hacer? Pedir a Dios que nos dé el don de la fe creer en nuestro Señor Jesucristo, actuar por fe y no por vista, tener fe es tener la certeza de lo que no se ve, pero además tener fe es actuar, si no tengo un empleo y creo que cuando tenga un empleo seré feliz, pues bien adopto una nueva actitud y digo: estoy desempleado provisionalmente pero estoy feliz porque confío en mi Señor que me va a bendecir con un empleo mucho mejor que el que tuve anteriormente, pienso positivamente y declaro cosas positivas, pero a la vez la fe es acción, es decir me pongo a buscar un empleo, y lo busco con fe y con la certeza que mi buen Dios me lo dará, esa es la actitud de un verdadero hijo de Dios.

Hay 3 factores básicos, fundamentales e indispensables para que la felicidad añorada por todos sea alcanzada:

1.- Estar en paz con Dios
2.- Estar en paz consigo mismo
3.- Estar en paz con el prójimo

El primer factor es el fundamento. "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón,  y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo."  Lucas 10:27. 

Todo aquel que se siente feliz, se complace en compartir su felicidad con los demás, sin hacer acepción de personas.
Si no eres feliz es imposible que puedas compartir con los demás aquello de lo que careces, pues nadie puede dar lo que no tiene. Hoy es el día en que puedes llenar tu interior de ese bienestar permanente, no importando cual sea la situación que te rodee. 


© Yngrid U.
Caracas, Julio 18 de 2021




junio 25, 2021

Autoestima y relaciones de pareja

 

Foto: Y. Urdaneta



Como mentora motivacional, he conversado y tratado con personas acuden a mí, porque tienen problemas con su pareja. No son felices y no saben qué hacer.

Creen que la pareja no los quiere, viven enganchados y sufren. Desesperan cuando creen que el amor o la aprobación debe llegar de fuera, a través de su pareja, y no llega exactamente como ellos desearían. Viven con frustración, ansiedad, posesividad, celos, y una larga lista de etc…

La relación se vuelve tóxica cuando esperas que el amor venga sólo de tu pareja. Tu pareja te puede mostrar más o menos afecto, cariño y escucha, pero lo que no puedes esperar es que tu pareja llene tu corazón. El corazón no puede llenarlo nadie más que tú. Debes aprender a reconocer que hay amor dentro de ti.


Qué es realmente la autoestima?

La autoestima sucede cuando te das cuenta de que el amor está dentro de ti, o, mejor dicho, es tu esencia.

Cuando descubres que eres amor, entonces das amor a todos los seres (y no sólo a tu pareja), pues el amor es el perfume que desprende tu alma, quién eres en realidad. El amor no es algo que tengas que hacer, es tu identidad. Y cuando aprendes a vivir desde tu identidad más profunda, entonces das sin esperar nada a cambio y puedes tener una relación sana.

He dicho una “relación sana” y no “feliz”. Esto significa que tu relación estará basada en la aceptación del otro sin quererle cambiar. La felicidad no la buscarás en la relación, sino que la encontrarás dentro de ti, y la relación lo que hará es amplificar eso que has encontrado dentro.

La autoestima es reconocer o darse cuenta de que ya eres un ser completo y no te falta nada pues cuando te vives desde el amor, nada te falta. La autoestima va más allá de lo que piensas o puedas pensar de ti. No es tu autoimagen.

La autoestima es lo que eres antes incluso de que pienses algo sobre ti. Es el sustrato último de tu realidad y coincide con el sustrato de todo lo creado. Es la consciencia que está en ti y en todos. Ser consciente de ser uno con el amor, que es la esencia de todo, es vivir con autoestima.


Por qué buscamos el amor fuera de nosotros?

Hemos creído ser algo que no somos. Nos hemos identificado con lo que nuestra mente nos dice que somos. Hemos creído que somos un “yo” que tiene un cuerpo y unos pensamientos. Pero sin darnos cuenta que ese “yo” en realidad es un pensamiento que puede ser observado.

Y en verdad, no somos nada de lo que podemos observar o pensar. Somos el espacio donde aparecen y desaparecen nuestros pensamientos. Pero nos hemos confundido, debido a una falta de claridad o consciencia, y hemos creído ser uno de esos pensamientos que observamos: un pensamiento que ha cultivado una historia alrededor y que se cree el protagonista de nuestras vidas.

A ese pensamiento le llamamos ego o “yo”. Ese “yo” personaje por definición está carente de amor y vive desde el miedo, pues para existir necesita del “tú” u “otro” que le es desconocido.

El ego vive creyendo que está separado de toda la realidad. El “yo” basa su existencia en la dualidad donde hay muchos “otros”. El “yo” no puede existir sin sentirse aislado o separado, y por eso, busca desesperadamente completarse. Y la forma más directa de completarse es buscando el amor a través de una “pareja”.

Lo que no sabe el “yo” es que por más parejas que tenga, el “yo” nunca se sentirá completo. El “yo” por definición es la ilusión de separación de la realidad, de lo que realmente eres amor. En otras palabras, por más parejas que tengas, tu “yo” siempre sentirá que le falta algo y nunca estará satisfecho.


Cómo resolver un problema que hasta ahora achacabas a tu pareja?

No se puede resolver un problema desde el mismo nivel donde fue creado, el “yo”. La solución no está en conseguir que cambie tu pareja. Tampoco está en cambiar tu “yo” por otro “yo”. El problema es la ignorancia y la solución está en abrir los ojos a tu verdadero rostro. El problema es que te has creído ser un personaje que se percibe separado de su pareja y vive ahogado en un mar de miedo y emociones.

El ego es como una ola que se cree separada de las otras olas. Pero en verdad, tú no eres la ola, eres el océano entero manifestado a través de todas las olas. No eres el ego, eres la misma consciencia que habita dentro ti y de tu pareja y de todo. En el fondo tú eres la pareja que estás buscando, y tu pareja es otra versión de ti. La pareja es un espejo donde puedes verte reflejado.

Intentar cambiar a la pareja es como intentar cambiar lo que ves en un espejo. La pareja sólo cambia cuando aprendes a mirar con otros ojos. Cuando dejas de buscar el amor en la pareja y lo encuentras dentro de ti, tu pareja te refleja ese amor que has encontrado. El problema de pareja se resuelve por lo tanto cuando reconoces el amor que siempre ha habitado dentro de ti.

A continuación, voy a dar 5 pasos para abrirte al verdadero y único amor de tu vida: TU

1. Enfoca tu pensamiento en tu centro más elevado

Para empezar a reconocer tu esencia, tu verdadera identidad, más allá del “yo”, es importante que tengas fe en ti, es decir en tu verdadero Ser o esencia. La fe en el ti es lo que hará que vayas, poco a poco, transformándote como una larva se transforma en una mariposa. Centra por lo tanto tu pensamiento en lo más elevado que puedas concebir dentro de ti: el amor eterno, la sabiduría eterna, la verdad eterna. Ésas son las 3 cualidades esenciales de tu verdadero Ser.

Como dijo Omraam Mikhaël Aïvanhov, si se imagina un fruto y se ve cómo interpretar piel, pulpa y hueso; piel, que envuelve y protege al fruto corresponde al plano físico; pulpa, en donde circulan las corrientes de vida, corresponde al mundo psíquico; y hueso, que asegura la reproducción del fruto, corresponde al mundo espiritual.

Si se transponen a la vida espiritual, la piel del fruto es la sabiduría que protege, retiene y preserva; la pulpa es el amor que se come y mantiene la vida y, en cuanto al hueso que plantamos, representa la verdad porque solo lo que es verdadero perpetúa la vida.

Recuerda que, en el fondo eres el océano (el amor) expresándose en forma de ola (humano). El amor eres tú sin identificarte con tu ego. Tu ego es lo único que te separa de tu esencia. No debes cambiar nada, simplemente debes aprender a verte con otros ojos. Y para ver, primero necesitas creer o tener fe. Ponlo en práctica y verás. Cultiva la fe en ti como un ser de amor, sabiduría y verdad que no cambia, o dicho de forma simplificada, un ser de puro “amor”.


2. Cuida tu templo (tu cuerpo)

Para poder reconocer tu ser perfecto y completo te ayudará tener el cuerpo saludable y vital. Es difícil conectar con el amor si tu cuerpo está sufriendo. El cuerpo es el templo que creaste para poder vivir en esta dimensión terrenal. Es el traje espacial de tu alma. Si tu cuerpo no está bien, el espíritu de amor que eres, es difícil que reconozcas quién eres más allá de tu cuerpo.


3. Calma la mente

Para poder reconocer tu esencia, debes calmar tu mente. Es lo que se llama “meditar”. Pero poca gente puede meditar pues hay mucho caos en su mente. Por eso es importante aprender a deshacer el caos antes de sentarte a meditar. Te recomiendo la meditación del caos a la calma que puedes encontrar en mi web. Dura 10 minutos y tiene dos fases: la primera (de 5 minutos), consiste en expresar todo el caos que hay dentro de ti.

Pero debes expresarlo haciendo sonidos tipo “bla bla bla” es decir, dices cosas sin sentido. Debes soltar tu locura y sin ponerle palabras, solo sonidos sin ningún significado. Y cuando termines esta fase caótica e intensa, luego vendrán 5 minutos de calma. En esta segunda fase solo debes respirar y observar lo que sientes. Esta fase es para que aprendas a familiarizarte con la calma que hay cuando no queda ruido mental o caos en la mente.


4. Prepara el contacto con tu esencia

Una vez nuestro cuerpo esté sano y vital y la mente calmada, podemos ir un paso más hacia el interior. Y usaremos la respiración como el puente para adentrarnos en nosotros mismos. Voy a compartir contigo uno de los ejercicios que recomiendo. Es un ejercicio que trae enormes beneficios para tu psiquis y sistema nervioso. Debe hacerse con el estómago vacío (mínimo 5 horas después de comer) y las instrucciones son:

Tapa el orificio izquierdo e inhala por el derecho (4 segundos)

Retén (16 segundos)

Exhala por el izquierdo (8 segundos)

Inhala por el izquierdo (4 segundos)

Sigue así hasta que hayas inhalado 6 veces por cada orificio

Si quieres llevar este ejercicio al siguiente nivel, cada vez que inhales imagina que bebes Amor o Luz y te haces pequeño como si fueras el punto de un círculo. Cada vez que retengas, imagina que esa Luz o Amor nutre todas tus células por dentro. Y cada vez que exhales, imagina que expandes esa Luz a todo el Universo entero.


5. Abre el corazón

Ya hemos empezado a tocar lo invisible en nosotros con el poder de la respiración consciente. Ahora hay que entrar dentro del corazón, que es donde realmente mora nuestra verdadera identidad o esencia. Y lo haremos con el poder del canto y la devoción. Debes cantar a tu esencia con devoción, imaginándola en el centro de tu corazón como si fuera una Luz blanca, radiante, gloriosa y cálida. Canta a esa luz con todo tu cuerpo, tu mente, tu corazón y tu alma. Que tu voz avive la llama que mora en tu interior.

Entrégate a tu centro luminoso. Ofrécele tu mejor canción. Siente lo que dices. Siente pasión, gratitud y devoción hacia ti, hacia lo más puro y sagrado que habita en tu corazón. Y si quieres decir unas palabras, a mí me gustan especialmente estas:

“Amo tu Sabiduría; tengo Fe en tu Amor; Confío en tu Poder. Me entrego a Ti para poderte servir”. Es decir, entrega tu ego al Amor que eres en esencia. Esa entrega total a lo más puro y luminoso de tu interior actúa como el agua para que florezcas en Amor.

A medida que vas alimentando esa llama que habita en la cámara secreta de tu corazón, empezarás a recordar quién eres. Y a medida que vas despertando a tu auténtica naturaleza divina (Amor), tu forma de relacionarte con el mundo y los demás se transformará. Habrá personas que no soportarán tu nueva identidad (una identidad que no teme) y se alejarán de ti pues no soportarán que seas libre y poderoso, y habrá almas que se acercarán a ti para compartir su amor.


En conclusión

Resumiendo: si quieres salir de una relación tóxica, entra en tu interior y recupera el contacto con tu pareja interna (la luz de tu interior que es puro amor). Sólo haciendo ese cambio interno puedes esperar cambios externos reales. No es cambiando de pareja cómo realmente vas a solucionar tu problema sino ampliando la percepción que tienes de ti primero.




© Yngrid U.
Caracas, Junio 25 de 2021

junio 08, 2021

A veces es mejor la paz de la soledad que tener decepciones por malas compañía

 


Aprende a amar la soledad; pero acepta siempre con gusto las interrupciones.
 El amor a la soledad es propio de todas las vidas triunfadoras.
Noel Clarasó




Prefiero la paz de la soledad, que la decepción de una mala compañía
Cuántas decisiones que no aportan nada positivo a nuestras vidas podemos tomar con tal de no enfrentarnos a la soledad?
La soledad es vista con muy malos ojos por una gran mayoría. Solo quien realmente la conoce es capaz de defenderla, de cuidarla y de preferirla, en especial cuando lo que se encuentra del otro lado es una compañía precaria.

Conociendo a la soledad:

La soledad puede llegar a nuestras vidas por decisión propia o por imposición. Evidentemente los dos escenarios distan mucho entre sí y requieren inclusive niveles de madurez diferentes.
El hecho de escoger la soledad, no significa que de entrada vamos a engranar con ella. La soledad es maravillosa, pero asusta. Asusta porque en ella descubrimos muchas cosas y la más importante es que a medida que pasa y se instala, nos descubrimos a nosotros mismos, de una forma que solo ella nos puede ofrecer.
Conocernos, encontrarnos, ver quiénes somos sin ser observados, nos permite actualizar el concepto que teníamos de nosotros mismos. Muchas veces ocurre que no nos conocemos en lo absoluto, que sabemos más lo que prefiere alguien cercano en una situación particular a lo que preferiríamos nosotros en la misma situación.
Esto corresponde a que no nos otorgamos tiempo, ni atención. Nuestras miradas se enfocan más en cualquier cosa externa que en nosotros mismos. A veces solo nos miramos, sin vernos realmente y el tener que enfrentarnos a la soledad, nos llena de incomodidad, porque en el fondo sentimos que nos someterán a convivir con un perfecto extraño…  Y eso sin duda es una sensación que puede resultar interesante, pero que muchos preferirían evitar.
Cuando llegamos a conocer de cerca a la soledad, nos damos cuenta que solo en ella nos vemos sin velos, escuchamos lo que queremos decir, sin someterlo a un juicio externo y nos acostumbramos a apreciarnos por lo que somos, sin ningún tipo de fachada, sin escudos, irreverentes y con la libertad que caracteriza nuestra esencia y que de alguna manera se somete en mayor o menor medida ante la presencia de alguien más.

Seres sociales:

Si bien somos seres sociales, acostumbrados por naturaleza a convivir y a compartir, hemos dado una importancia quizás desproporcionada a lo que significan nuestras relaciones. Está muy bien que convivamos con nuestra familia, que escojamos a alguien con la idea de compartir nuestros pasos y encontrar puntos de convergencia entre nuestros sueños y proyectos. Pero la idea de mantener vínculos, solo debe defenderse cuando esos vínculos fomentan nuestro bienestar, cuando nos hace bien la compañía.
Si le tememos a la soledad, concluiremos muchas veces que una mala compañía es preferible a ese estado indeseable. Pero si la entendemos, si la llegamos a amar como se merece, nos resultará muy complicado mantenernos en relaciones que nos restan, solo para evitar el contacto con la soledad.
Esto no quiere decir que no cuidemos o no valoremos nuestras relaciones y que, a la primera de cambio, prefiramos nuestra soledad ante cualquier situación. Quiere decir que todos somos capaces de determinar cuándo estamos cerca o lejos del bienestar que una relación puede aportar. Si la situación de malestar es sostenida junto a alguien, no hay ningún tipo de justificación para permanecer allí.
Relaciones espejo
Ciertamente nuestras relaciones son una proyección de nosotros, y antes de marcar retirada es bueno sacar de cada espejo que nos presenta la vida el provecho necesario, para no toparnos más adelante con una situación similar, pero en un rostro diferente. Sin embargo, el reconocer que una relación nos lleva de manera sostenida a menos, es motivo suficiente para tomar acciones.
En pro de mantener los vínculos entrelazados por buenos sentimientos, antes de marcharnos, debemos asegurarnos de que hemos hecho lo que está a nuestro alcance con los recursos con los que contamos, con el fin de alcanzar un rumbo común. Si se han agotado las posibilidades, es un buen momento para un encuentro con la soledad.
La soledad es el estado en el cual aprendemos a amarnos realmente, en el que nos conectamos con esa esencia que puede dispersarse en compañía. Una vez que te amas en soledad, es complicado que le des cabida a tu vida a quien te ofrezca menos bienestar del que en tu vida habita.

Nunca estoy solo. 
Tengo la costumbre de estar siempre con Salvador Dalí. 
Créame, eso es una fiesta permanente.  
Salvador Dalí

Evidentemente hay que aprender a sacarle provecho a la soledad. Hay quienes se resisten a ella de principio a fin y terminan por odiarla y odiarse a sí mismos, porque no encuentran la manera de satisfacerse por sí solos, tampoco hallan la satisfacción en nadie más, ni mucho menos la pueden ofrecer.

Nadie puede dar lo que no tiene:

No podemos ofrecer lo que no tenemos y cada una de nuestras relaciones con los demás, tienen su origen en nuestras relaciones con nosotros mismos y el poder cultivar esa relación de amor propio en soledad es una gran oportunidad. Una vez que nos amamos de forma incondicional, que nos aceptamos, que nos tratamos con paciencia y con bondad, cosas que aprendemos muy bien en soledad si nos damos el chance, atraemos a nuestras vidas más de esas cosas enriquecedoras y a personas que están alineadas con lo que nosotros alimentamos nuestro ser.
Así que aprovecha tu soledad y la paz que representa. Inclusive si estás en una relación de pareja satisfactoria o en compañía de cualquier vínculo que aporte bienestar a tu vida, no desperdicies los momentos que te puedas dedicar.  A veces invitarse un café o regalarse una tarde es la experiencia más enriquecedora que nos podamos ofrecer.
Conócete y ámate. Es la mejor manera de atraer los afectos a tu vida.



© Yngrid U.
Caracas, Junio 8 de 2021







mayo 31, 2021

Aprender a perdonar, incluso cuando no te hayan pedido perdón


Imagen tomada de Google 



Todos hemos sido lastimados por alguien que era parte importante en nuestra vida. Todos conocemos la decepción, la sensación de un corazón roto y el coraje que da cuando alguien te traiciona por la espalda.

Cuando las personas nos lastiman, generalmente nos toma por sorpresa, especialmente si se trataba de un amigo cercano, un miembro de la familia o un amor. Es el tipo de dolor que daña lo más profundo de nuestro ser y que deja una cicatriz para siempre.

A menudo escuchamos la frase “el perdón no es para la otra persona, sino para ti” y no puede ser más cierta, por eso es importante aprender a perdonar aun cuando no te lo pidan.

Perdonar no es nada fácil, requiere mucha fuerza y madurez para hacerlo. Pero es posible y necesario. El perdón te ayuda a sanar y a superar. Si te aferras a las heridas del pasado, te quedas con el amargo sabor del rencor.

El orgullo no te lleva a nada y esperar a que el otro se dé cuenta de lo mucho que te lastimó puede ser frustrante pues puede que nunca llegue. Por eso, ten la iniciativa y aunque creas que la otra persona no lo merece, perdónala. No tienes que escribir una carta, hacer una llamada o citarla en persona para hacerlo. Perdónala en silencio, desde lo profundo de tu alma; te darás cuenta de lo liberador que puede ser.

El perdón es poderoso, tiene el poder de sanar tu corazón, de levantar y establecer tu espíritu, de liberarte y reiniciarte. Eso sí, perdonar no significa que debas dejar que esas personas vuelvan a tu vida o al menos no como antes. Porque al final del día, hay personas que no cambian y que nos lastiman constantemente. No permitas que se convierta en un ciclo vicioso. Puedes perdonar a alguien por engañarte, por darte la espalda, por romper tu corazón, por no ponerte primero o por alejarse cuando lo necesitabas, pero eso no significa que tengas que confiar en esa persona otra vez.

La próxima vez que te enfrentes a la interrogante de perdonar o no a alguien, piensa en los momentos en que has lastimado a otras personas. Seguramente querrías que alguien más te otorgue la misma misericordia, ¿no?


© Yngrid U.
Caracas, Mayo 31 de 2021



 

mayo 23, 2021

Cómo sanar?...

Foto tomada de Google


Recuerda que cada vez que lloras, te desahogas con alguien, o eres consiente, o escribes lo que sientes. Sanas tu alma y elevas tu vibración...

Que cada vez que ríes, cantas y bailas disfrutando la vida. Sanas tu alma y elevas tu vibración...

Que cada vez que haces lo que te gusta, y ejercitas y mueves tu cuerpo. Sanas tu alma y elevas tu vibración...

Que cada vez que pides perdón, perdonas y das gracias con el corazón. Sanas tu alma y elevas tu vibración...

Y que cada vez que te respetas y te amas a ti mismo y a los demás de verdad.  Además de sanar tu alma y elevar tu vibración, también ayudas a nuestra hermosa tierra a vibrar en la frecuencia más alta que es la del amor...

Por eso ya no lo aplaces más, ármate de valor, y trabaja seriamente en ti mismo. Pues el trabajo más importante de tu vida, eres tu! Y si tu vibras alto, todos vibramos alto. Porque todos somos uno...

Cuando tu corazón está lleno de gratitud, no es posible sentir dudas o miedo.

Para ser un sanador, no debes albergar pensamientos de duda; debes dejar tus miedos atrás. Tu corazón debe estar lleno de amor y gratitud. Todo lo que hay que hacer es creer y ser agradecido y entonces serás capaz de hacerlo.

Tuve que alejarme de mi propio camino para sanar, porque eso hacemos los valientes, SANAR.

Sanar para no repetir los mismos errores. Sanar para no matar mundos ajenos. Sanar para no ensuciar otros corazones.

Sanar para no herir. Sanar para no dar amor a medias.

Sanar para no ser conformista. Sanar para darme cuenta que las flores crecen en los jardines y no en el desierto.

Sanar para no autodestruirme. Sanar para limpiar mis adentros.

Y aunque mi garganta cargaba miles de nudos, Y aunque creía casi imposible dejar viejas costumbres, quise sanar, porque eso hacemos los valientes.

Perdonar. Soltar. Amar. Sanar.

Me falta mucho, el universo sabe que todavía me falta, pero día a día voy quitando

de mi piel aquello que me hizo sufrir...

Lo estoy haciendo, Lo hago.  Sigo sanando por la persona más importante de mi vida, sigo sanando por mí!


© Yngrid U.
Caracas, Mayo 23 de 2021 

mayo 12, 2021

Dejé de insistir

Dejé de insistir donde no había lo que buscaba, dejé de pedir en manos cerradas, dejé de esperar en sillas ocupadas, dejé de intentar en un cuerpo ajeno.
Dejé de pretender que el otro entendiera. 
Dejé de poner los ojos y esperanzas en corazones que no quieren latir junto al mio.

Y entonces, se hizo la magia!

Volví a mi como único destino posible, volví a mi como único camino disponible, volví a mi como el único reencuentro pendiente.
Volví a mi y pude verme las costillas, los dolores y mi alma deshidratada, pidiendo agua.
Y me recibí y me acaricie. Me perdoné. 
Me recosté sobre mi hombro, me nombre con mi propia voz. 
Y me encontré. Distinta pero intacta. Me tuve otra vez.

Me tengo otra vez, y de nuevo se hace la magia...
Tengo las llaves de las puertas que quiero abrir. Acá, adentro. Afuera solo están las cerraduras.
Pero yo decido dónde y de mi depende cómo.
Yo decido dónde, yo elijo cómo, yo digo cuándo.




© Yngrid U.
Caracas, Mayo 12 de 2021