Seguro crees que me partes en dos, y no te
culpo, hace un momento también yo lo creía...
¿Pero sabes? No tienes que
disculparte por herirme, por no elegirme, por no querer luchar por lo nuestro.
No hacen falta disculpas cuando realmente no las sientes… y aún más, no hacen
falta las disculpas cuando a quien le estas causando un daño es a ti mismo.
No te disculpes, de hecho, yo lo siento
mucho por ti. Siento enormemente que no hayas entendido que de verdad quería
que esto funcionara, que de verdad estaba poniendo mi mayor empeño y estaba
amándote como nunca. Lo siento por ti… porque aunque no falte, nadie te dará todo lo que yo te di, y en la forma en que lo
hice.
Quizá si haya quien quiera darte consejos
cuando estés triste, pero ninguna de esas personas te escuchará realmente y te
aconsejará de la manera más franca como
yo lo hacía, dándote verdaderos consejos y no solo llevándote la corriente.
Siento mucho que tengas que tropezarte con
mi recuerdo. Lo siento por ti, que me
dejaste creyendo que te esperaría hasta que te
sintieras "listo" para estar conmigo.
Las cosas ya no son como lo fueron hace
unos días, ya no tengo intenciones de buscarte y mucho menos deseo que me
llames… ya no.
Sé lo que valgo y sé que es una tontería sufrir por
ti. Es una tontería rebajarme al punto de esperar por alguien que no tiene sus
ideas claras, que no sabe lo que quiere y seguro cuando lo sepa será tarde.
Así que, no hacen falta tus disculpas, no
te preocupes.
Aquí no fuiste tú quien me partió el alma… fui yo misma. Yo misma
me devalué y tomé el lugar de la que podías escoger, a la que podías mandar un
mensaje diciendo "Te amo" mientras crees que te enamorabas de alguien más. Qué
tontería! ¿No crees?
No me pidas disculpas, esas debes
pedírtelas tú mismo. Así como yo debo pedirme disculpas a mí… por creer que
eras tú quien me rompía, que eras tú quien me ponía mal y pensar tontamente que
también eras tú quien podría ponerme bien.
Sé que llegará el día en que vas a
extrañarme y desearás besar mis labios, tomar mis manos, verte en mi ojos y
decir "Te amo"; evidentemente para ese entonces te sentirás mal, porque de nuevo no nos pusimos de acuerdo para amarnos y es entonces cuando más
necesitarás pedirte disculpas a ti.
Lo siento por ti, por que estas en los brazos
equivocados. Lo siento por ti, que sabes muy bien lo mucho que marqué tu vida y
aun así me dejaste fuera con la idea de que ya no había más por hacer.
No, no hacen falta las disculpas forzadas y
el falso arrepentimiento.
No hace falta que digas que no me querías herir,
cuando realmente ni siquiera cuidaste tus acciones para hacerme entender que no
me necesitas.
Lo siento mucho por ti, amor de mi vida,
que dejas ir tan fácil la oportunidad de una vida a mi lado. Siento mucho que
nadie vaya a besarte ni darte caricias como lo hacía yo.
Siento mucho que algún
día pienses cómo hubiese sido, y te des cuenta que es a mí a quien amas.
Lo siento por ti, que tan fácil me dejas
ir. Lo siento mucho, mucho por ti, de verdad… siento que no hayas tenido el
valor para poner lo mejor de ti, y que probablemente, eso te perfore la
conciencia algún día y para siempre.
Así que, no te disculpes… de hecho, yo lo
siento por ti.
© Yngrid
Julio 8, 2015
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